—¡Ay, qué niña! —se quejó, suspirando
la mamá—. Para ser maga, se necesita
estudiar mucho, muchísimo tiempo. Así
que ninguna nena puede ser maga, aunque
esté llena de imaginación como tú.
—¡Ahhh! —exclamó Anahí, desilusionada.
40
EntrePecas225x225.indd 40 21/09/18 8:41 a.m.